Tuesday, October 03, 2006

Mucho amor para Vietnam



Al llegar a la ciuad vemos que tiene muchisimos arboles caidos, tejados rotos y por la noche nos daremos cuenta que casi nadie (menos los que tengan generador) tiene luz.
El taxista, hombre comisionado, nos aconseja medio obliga un hotel. Es un hotel muy nuevo y de mucha calidad, superior a la media de hoteles en la que solemos estar. Pero tras regateos y bastantes ganas de la recepcionista de que no nos fueramos, nos quedamos por 5 dolares por noche cada uno, un hotel en Espana, de estas caracteristicas valdria bastante bastante mas.
Ya de noche recorremos el pueblo, que es pesquero, y tiene casas de estilo colonial, ademas tiene bastantes tiendas de artesania, y cuenta con varios kilometros de playa. Es muy turistico, ya desde la epoca de la guerra, ya que los militares americanos solian hacer surf en esta playa.
Y a la hora de cenar sucede uno de los grandes momentos del viaje. Atraidos por una musica entramos a una especie de pagoda, resulta que habia una boda.Y lo impagable es que nos invitan a que nos quedemos, al principio moderadamente, pero al final ya nos sientan y nos ofrecen comida y cerveza vietnamita. Lo mas increible, es cuando se sientan a nuestra mesa los novios y nos dan las gracias por estar en su boda. La boda era muy alegre, ya que habia una especie de Master of Ceremony, MC, que se encargaba de animar el cotarro. Habia un invitado que cada vez que venia a ofrecernos algo nos obligaba a beber y brindar con el, hay que decir que si me negaba me apretaba la mano y que nos tomamos como 6 vasos de cerveza del tiron en media hora. Habia mucha gente que iba chispa y que salia a cantar y a bailar, a darlo todo. Aqui es cuando nos sacan a bailar a nosotros, y lo hacemos lo mejor que podemos, para que se lo pasaran bien, y creemos que asi fue, ya que ellos nos lo decian. Tambien es verdad que los mas ancianos del banquete no eran partidarios de nuestra presencia (como la que hoy ha dado un cachete a Carlos para que se quitara de enmedio en el mercado). Tambien no puedo olvidar que introdujimos el baile al estilo neng y que tuvo bastante exito. Tambien hicimos los clasicos movimientos: recogida de soga, reparto de cartas, extension de mantequilla, infinitos, culebras sexys, hombre orgulloso, es decir fue una gran noche y otra experiencia mas, y ya son muchas, del viaje. Al terminar nos despedimos de los novios y de muchos de los invitados, quienes siempre agradecian nuestras presencia.

Cosas como estas hacen que no podamos sino mostar amor para Vietnam.

P.D. En la foto aparezco con el que nos invitaba a comer continuamente y nos obligaba a brindar con el continuamente. Entre que el iba castana y los tatuajes que portaba no podiamos negarnos.

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